viernes, 13 de septiembre de 2013

MAYA CON MUÑECA PABLO PICASSO

MAYA CON MUÑECA 1938
Maya con muñeca
óleo sobre lienzo 61 x46 cm
París, Museo Picasso


Picasso aprendió a valorar el poder expresivo de las imágenes infantiles  indirectamente , gracias a su confrontación con otras tendencias artísticas. La figuración señala el arte reproductivo que copia a la Naturaleza , y la  disociación que caracteriza el arte autónomo , diverge de la Naturaleza  y no es reproductivo.

Pero Picasso logró que ambos estilos se alternaran y se compenetran  mutuamente. La disociación y la figuración pueden ser consideradas como elementos opuestos en el sistema total de la representación figurativa. La figuración refleja el punto de vista subjetivo y muestra el objeto tal como  lo percibe el observador desde el lugar en que se encuentra. Aquí son válidas las leyes de la perspectiva : un objeto válido y reproducido de frente no muestra su parte posterior ; en necesario imaginarla. La figuración se basa en la capacidad de asociación del observador. Por el contrario, la representación disociativa no  suprime lo existente y trae a la imagen tanto la vista frontal como la posterior.

En este sentido es más objetiva . Las ventajas de la representación   disociativa deben ser retribuidas con una pérdida de diversos elementos ya no pueden ser colocados en un campo cerrado ,y desaparece el contorno como límite del objeto. El contorno pertenece a la figuración , donde todo queda encerrado por una silueta que lo destaca claramente de lo demás. De allí se puede deducir el objetivo fundamental de una forma de representación capaz de llevar a una sintesis ambos procedimientos: debe hacer lo uno sin abandonar lo otro, es decir, que los atributos de la representación disociativa deben ser traslados a la figuración  y viceversa. El nuevo estilo de Picasso constituye una figuración con contornos y envoltura lineal, pero sin estar vinculado a la forma de la figura natural, ampliando sus posibilidades  con el simbolismo figurativo 

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En Maya con muñeca realizado el 16 de enero de 1938 muestra la forma arbiraria en que el artista empleaba ese nuevo sistema . La niña está sentada en el suelo y sostiene una muñeca en los brazos . Las piernas y la falda están representadas  como campos planos geométricos y en una posición antinatural ,lo que refle   inquivocamente una herencia de disociación cubista . El rostro ofrece la combinación de representación frontal y de perfil , aunque ambos puntos de vista no se encuentran acoplados aditivamente , como en el cubismo , sino que se presentan simultáneamente, como en la supersposición de fotografías. En la representación se conservan aproximadamente las proporciones naturales . Solo un importante detalle constituye una evidente desviación : el brazo derecho está pintado como si lo hubiera hecho un niño , como un corto fragmento coronado por formas rápidamente esbozadas, que representan los cinco dedos de la mano.

Mercedes Tamara Lempicka
13 -09-2013

Bibliografía : Picasso, Edic Taschen

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