CARNE DE GALLINA INAGURAL 1928
El extravagante título que Dalí da a su obra es posterior. La carne de gallina alude a estados de tensión del hombre y lo inaugural a su acercamiento con Gala. Es una imagen manifestada en el subconsciente, no controlada y gestada en un periodo de sueño.
Indica además el amenazador pánico practicado por Dalí ante el definitivo y previsible -lo inaugural- desenlace de sus problemas eróticos juveniles, representados en la figura masculina (el propio Dalí en la parte superior derecha) y, en cierto modo, el "sacrificado" desnudo femenino casi aplastado por los elementos del primer plano (abajo en el centro).
El escenario donde se produce la acción ya ha aparecido en otras ocasiones y alude al mundo celeste. En la plataforma se organizan piedras como manifestaciones de los deseos de carácter sexual y alusiones a ese mundo sentimental. Estas piedras tienen una estructura biomórfica derivada de artistas como Miró, Jean Arp, etc. con carácter vital, expansivo y propias del surrealismo.
La composición parte de unas diagonales que en cuanto superan el orden se convierten en desorden. A la derecha aparece una especie de radiografía alusiva a un hombre, el mencionado Dalí, con el sistema circulatorio, con una mano que sale de la cabeza y otra en la cintura referente a la mano masturbadora. Un cuadro a la izquierda sobre la plataforma nos recuerda el sistema circulatorio, el mundo de la pasión y de los impulsos.
Entre la figura masculina se establece una línea blanca recta que lleva a una representación femenina que indica una relación entre el masturbador, Dalí, y la figura femenina, Gala.
Bibliografía : Dalí, Edic Taschen
Bibliografía : Dalí, Edic Taschen
Mercedes Tamara
8-11-2013
8-11-2013
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