La Virgen de Guadalupe
óleo sobre lienzo 200 x 130 cm
Colección particular
En La Virgen de Guadalupe , Dali reinterpreta la venerada talla en madera de la Virgen con el niño vestida con brocados que, según se dice, esculpió San Lucas y le regaló el papa Gregorio el Grande a san Leandro obispo de Sevilla . La estatua fue enterrada en tierras de Extremadura por unos píos caballeros visigodos tras la victoria de los sarracenos sobre don Rodrigo en el año 711.Ahí permaneció durante más de seiscientos años hasta que un ganadero llamado Gil Cordero la desenterró en 1326, supuestamente a raíz de una aparición de la Virgen . Magnificamente conservada pese al tiempo transcurrido , fue consagrada en un monasterio franciscano a orillas del río Guadalupe / río Lobo, en árabe ) y , desde entonces pasó a ser conocida como la Virgen de Guadalupe.
La estatua está tocada con una majestuosa corona rodeada de un halo dorado, que, en el cuadro, es sustituida por una espiral de flósculos de girasol, prueba de los conocimientos que Dali tenía de los patrones de un crecimiento natural . Al igual que en la Ascensión, de 1938, el girasol evoca la Divina Geometría y prueba la existencia de Dios, pues sin él sería imposible un fenómeno logarítmico de este tipo. A la vez, los flósculos dibujan la corona de la Virgen . El cuerpo de la Virgen de Dali encierra un grupo de ángeles -reminiscencia de la escalera angélica que según la Biblia apreció ante Jacob-flanqueados por dos apóstoles humillados , tomados de La Última Cena de 1955. Como es habitual Gala pone rostro a la Virgen ; la capa rosada y blanca , el niño Jesús y las nubes de tormenta proceden directamente de la Madonna Sixtina de Rafael ( 1513-1514 ) , obra que Dali plasma en el interior de la oreja atomizada del papa Juan XXIII en su propia Madonna Sixtina de 1958.
Las rosas que rodean a la Virgen daliniana son el símbolo tradicional de la Virgen María y podrían aludir a la aparición de 1531 en los altos de Tepeya , en las afueras de la ciudad de México . Según la tradición , la Virgen de la Inmaculada Concepción -vestida con un manto rojo y azul decorado con estrellas que, curiosamente, Dali no incluyó en el cuadro, por más que aparecen en el manto de la talla -se le apareció a un indígena mexicano . Quahtlaroazin, bautizado seis años antes con el nombre de Juan Diego. La virgen conminó a Diego a que pidiera al obispo Juan de Zumárraga , la construcción de un templo en su honor en lo alto de la montaña . Cuando el escéptico obispo le pidió pruebas a Diego ,éste, acudió de nuevo a la Virgen, quien le hizo llenar su tilma- el capote que usaban los indigenas mexicanos - de rosas rojas de Castilla, que, milagrosamente florecieron a pesar del frío invierno. Cuando Diego regresó ante el obispo , abrió la tilma y en ella encontró, bajo las rosas , una pintura de la Virgen en lo alto de una luna creciente.
Al parecer , la Virgen le había hablado a Diego en náhuarl, la lengua de los aztecas, dándose a si misma el nombre de Coatlaxopeuh, de pronunciación parecida a Guadalupe y que traducido significa " la que aplasta a la serpiente "refiriéndose tal vez al dios-sepiente Qietzacoalt . Muchos de los aztecas creyeron que se trataba de una aparición de la diosa Tonantzin, cuyo templo había estado una vez en los altos de Tepeyac, pero los conquistadores españoles la identificaron con Guadalupe, seguramente porque muchos de ellos-incluido Hernán Cortés- procedían de Extremadura. La tilma milagrosa y los relatos de esa Virgen de Guadalupe de tez oscura que hablaba en lengua náhuatl fueron una poderosa herramienta en manos de la Iglesia con vistas a catolizar a los aztecas se habían convertido al cristianismo.
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