CLARO DE LUNA DE EDVARD MUNCH
En este cuadro el motivo principal es la columna lunar que da protagonismo al cuadro. No se necesita ser ningún psicoanalista para reconocer en el agua y en la columna de luz , así como en los rígidos troncos que organizan las verticales del cuadro y en las suaves horizontales con la que está delineada la orilla, símbolos de lo masculino y de lo femenino. El paisaje munchiano se convierte así en un espacio pictórico cargado de fuerzas, en cuyo seno las formas naturales pasan a ser notas caracteríticas de un nuevo lenguaje formal .
Si se compara el cuadro con su modelo natural, sea la playa de Aagaardstrand o el bosque, llama la atención la simplificación, la monumentalización , la geometrización y la reducción de las formas de la naturaleza. Las ramas de los pinos se convierten en triángulos que recuerdan velas henchidas por el viento, el reflejo del brillo de la luna se convierte en una columna refulgente que flota sobre el mar.
Tanto la renuncia a la perspectiva como la rigurosa forma de los troncos paralelos que se disparan abruptamente hacía lo alto, recoge el suave colorido aparentemente sin consistencia , en particular de la zona de transición entre el mar y la tierra firme.
Mediante el empleo de medio sugestivos ( la luna, el mar etc ) el suave manejo del pincel y la compenetración de la luz y de la sombra , la composición adquiere a pesar de su formato medio una claridad y una solidez tal que no es difícil imaginar una versión monumental del cuadro:
Mercedes Tamara
21-10-2014
21-10-2014
Bibliografía : Edvard Munch, Edic Taschen
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