Casa colonial en la alta Austria óleo sobre lienzo 110x 110 cm Ósterreischiche Galerie, Viena
En el año 1911 fue de una intensa actividad en la vida y en la producción artística de Gustav Klimt. El pintor vienés recibió, junto a Szinyei y Zuloaga , el primer premio por Vida y muerte ( 1908-1911 ) en la Exposición Internacional de Arte de Roma, ocasión que también aprovechó para conocer lugares de Italia tan emblemáticos como Florencia. No sería el único viaje que Gustav Klimt realizara ese mismo año ; otros destinos escogidos en su deseo de conocimiento y renovación cultural fueron Madrid, París y Bruselas. La visita a Bruselas de Gustav Klimt, realizada en compañía del pintor Fritz Wäendofer, fue con motivo de la instalación de los paneles del mosaico que el pintor realizó para el salón comedor del Palacio Stoclet entre 1905 y 1909. A su regreso a Viena, Gustav Klimt trasladó su estudio a la Feldmülgasse II en pleno centro de Viena, donde su actividad creativa continuaría con el mismo ritmo de los años ulteriores. Al período comprendido entre 1911 y 1912 pertenecen obras como la segunda versión del Retrato de Adèle Bloch-Bauer y modificaciones a otras, como los retoques en el recién premiado Vida y muerte que sustituyeron los fondos de color oro por tonalidades en azul.
A esta etapa pertenece Casa colonial en la alta Austria , obra conservada en la Ósterreischiche Galerie de Viena desde su adquisición por el director de la mismaen 1912. Numerosos autores han querido identificar el lugar representado con la
alta Austria, concretamente con la zona de Baumgarten situada entre el Mondsee y Attersee donde se encontraba una casa colonial donde residió Gustav Klimt durante el verano de 1911. Por sus características, la escena se inscribe, tanto formal como simbólicamente, dentro de un gran número de las representaciones que el pintor vienés realizó durante sus estancias veraniegas en los alrededores del Attersee.
El formato elegido repite la estructura cuadrada perfecta de poco más de un metro observada en piezas como las escenas dedicadas al Castillo Krammer ( Castillo Krammer del Attersee I y II , 1909-1910 ) y en obras dedicadas por completo a la naturaleza en sus distintas manifestaciones (El parque 1909-1910 ; El manzano 1912 ). Además del formato en Casa colonial en la alta Austria se aprecia el lenguaje artístico habitual en estas composiciones, siempre al servicio del simbolismo subyacente: los detalles de la vegetación exhuberante así como de la casa que se percibe al fondo de ésta, cobran individualidad , peso propio en cada trazo , en un preciosismo general que busca transmitir la invisibilidad ,el silencio y la temporalidad suspendida propias de la naturaleza.
El paisaje en Gustav Klimt siempre posee estas resonancias originarias : la quietud y virginidad de un ambiente vegetal que, pese a ser una realidad exterior, remite deforma más clara a la interioridad y recogimiento espiritual. La ausencia de un horizonte, la proximidad con que se concibe la escena, el decorativismo inherente a la naturaleza superpuesta en sus ramajes, todo-incluso la casa colonial que insinúa la presencia humana en la obra- - queda relegada a la atmósfera pacífica y ante la que el espectador asiste sobrecogido, como el testigo de un espectáculo cercano y conocido a la par que misterioso e inaccesible.
Bibliografía : Gustav Klimt , Edic Taschen
Mercedes Tamara
30-11-2013
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