EL CABALLERO DE ORO ( LA VIDA COMO COMBATE ) 1903
Armadura 1485 realizado por Lorenz Helmschmied para el archiduque del Tirol Kunsthistoriches Museum , Viena |
Si bien el caballero del Friso de Beethoven muestra en su rostro la determinación de saber cuál es el objetivo por el que luchar -la felicidad´, El caballero de oro; avanza anónimo , sin un rostro que defina su carácter , hacía un fin que se desconoce. Mientras el caballero del Friso de Beethoven permite intuir su realidad corpórea, su peso bajo el hierro que recubre la anatomía protegida , así como el lugar donde se halla , aunque sea metafóricamente ( la tierra de la debilidad humana ). El caballero de oro , es prácticamente incorpóreo tanto por su anatomía plana como por el entorno de la incertidumbre y la ingravidez en el que se encuentra; no se sabe bien dónde está ni hacía dónde se dirige.
Semejante lectura se completa si tenemos en cuenta las analogías que El caballero de oro posee con ciertas obras fundamentales en la Historia del Arte universal. Pese a que el tema del caballero fue una constante en el Simbolismo, principalmente bajo la figura de san Jorge en su lucha contra el dragón , Klimt recurrió a una iconografía establecida casi cuatro siglo antes.
El caballero, la muerte y el demonio 1513 Grbado de Alberto Durero National Gallery, Ottawa |
El caballero bajo su armadura dorada, rígido, expectante en la sujeción de la lanza. y sobre todo un caballo negro de porte majestuoso, muestra en su disposición,
grandes semejanzas con aquel que Alberto Durero representara en su famoso grabado de 1513 El caballero, la muerte y el demonio.
No obstante, Gustav Klimt se aleja de la concepción global del maestro nórdico al plantear el ambiente de la escena como una atmósfera irreal , silencioso, descontextualizado espacialmente por el juego relampagueante de brillos dorados que pueblan toda la composición. De este modo, el peligro que acecha a todo caballero en su camino pierde su forma concreta para convertirse en la amenaza abstracta, el peligro de lo desconocido ; sólo la cabeza de la serpiente que de forma discreta asoma por la parte inferior de la composición permite intuir el conflicto y el dolor del combate que en la escena de Durero aparecían de forma tan evidente.
Mercedes Tamara
30-11-2013
30-11-2013
Bibliografía : Gustav Klimt, Edic Taschen
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